miércoles, 4 de agosto de 2021

42.- Epílogo. No fue una buena idea

En diciembre del 2014 (entrada 35), en una revisión del tren delantero identificamos que había una caída no simétrica de las ruedas delanteras. Tras desmontar vimos que se habían utilizado una rótula Castor de 0ª en una rueda y de 3º en la otra,




En aquel momento tuvimos la idea de aprovechar la intervención para modificar la caída de las ruedas y darle una caída neutra o ligeramente negativa para mejorar el agarre en carretera sinuosas.

Para ello usamos el kit de ajuste de caída de ruedas y además de igualar las rótulas el kit permite ajustar su posición para obtener la caída deseada.




En Julio de 2016 (entrada 38), se produjo la rotura del enlace vertical y sustituimos los enlaces verticales de ambas ruedas utilizando para ello los enlaces para obtener una caída negativa con los enlaces y así poder relajar el posicionamiento del kit de la parte superior que ya nos parecía un poco forzada y a la que atribuimos la causa de la rotura. 

La intervención pareció en principio dar resultado ya que las piezas encajaban con mayor suavidad.





RESTITUIR LA GEOMETRIA ORIGINAL

Los años han demostrado que no era una buena idea, la tensión que se produce en el enlace vertical deteriora las juntas de goma y acaba produciendo daños en el enlace vertical por lo que se adoptó la decisión de recuperar la geometría original reponiendo los soportes del trapecio superior originales (sin capacidad de ajuste), los enlaces verticales originales y las rotulas 3ª Castor originales.




Restituida la GEOMETRÍA ORIGINAL el trapecio superior (wishbone "hueso de los deseos") se obtiene una mayor holgura y le da al conjunto un mayor recorrido lo que evita que en algún movimiento el enlace vertical tenga que soportar flexión por haber alcanzado el máximo de su recorrido.


No fue una buena idea. 

A pesar de que en principio parecía que había sido un éxito, la solución para obtener una caída neutra o negativa podría haber tenido un mejor resultado en un TR4A que ya incorpora otro tipo de trapecio superior, era arriesgada en un TR4 de primera serie. 

Espero que este epílogo pueda ser de utilidad a otros usuarios de TR4 y en caso de acometer la modificación conviene leer atentamente la nota que Moss incorpora en su catálogo.

La noticia buena para mi es observar como el TR ha caído en buenas manos y sigue ganando valor. 

Durante los años que lo tuve me centré en la mecánica, la suspensión, los frenos, el tren delantero tal como fui recogiendo en el blog y desatendí la chapa y pintura que a pesar de estar en buen estado y mantenerla siempre limpia y seca, con los años requería una intervención.

Su nuevo propietario ya tiene programada una intervención a fondo que sin duda restituirá su estado original.